Los filtros de atenuación armónica funcionan según el principio de proporcionar una vía de drenaje para las corrientes armónicas para que no interfieran con el resto del sistema de energía. Hay dos tipos de filtros: pasivo y activo, que tienen propósitos diferentes. Los filtros pasivos contienen inductores y condensadores que permiten el diseño de un circuito resonante que está destinado a amortiguar ciertas frecuencias armónicas. Por otro lado, los filtros activos pueden alterar sus características en respuesta a los cambios en el sistema eléctrico. Al mitigar los armónicos no deseados, las soluciones protegen dispositivos sensibles, aumentan la calidad de la energía y disminuyen las pérdidas de energía. La instalación de filtros de mitigación armónica es extremadamente importante en la fabricación, los centros de datos, las energías renovables, etc., ya que la calidad de la energía tiene un efecto directo en los niveles de productividad.